Seguro que aún conoces a muchas personas que no quieren dar datos en Internet de sus tarjetas, así como contraseñas u otros datos relevantes. Nos ponemos las manos a la cabeza, sí, pero ¿sabes qué? No están desencaminados en politicaedprivacidad.es te lo contamos:

Existe el Phishing, del cual hay que protegerse.

Qué es el Phishing

La tecnología y el uso de dispositivos electrónicos se ha vuelto una parte esencial de nuestra vida. Pues bien, esto nos ha facilitado la vida, pero también nos provoca miedos.

El Phishing es una forma de suplantar la identidad que consiguen delincuentes que se mueven como pez en el agua por la red. ¿Cómo lo logran? Haciéndose pasar por organismos oficiales, empresas de renombre o personas de confianza con el fin de robar nuestros datos para luego usarlos para su beneficio.

Cómo hacen Phishing los profesionales del robo de datos

En esta técnica de robo hay distintas formas de obtener los datos de las personas.

Estas son algunas:

Smishing: Se trata del envío de comunicaciones a través de mensajes de texto al móvil pidiendo que las personas accedan a páginas web fraudulentas.

Consiguen llamar la atención a través de sorteos, concursos o supuestos premios directos.

Vishing

Se consiguen los datos vía telefónica, haciéndose pasar por empresas conocidas y pidiendo verificación de datos.

Phishing: A través de correos electrónicos en los que se adjuntan archivos o algún software infectado con virus. También pidiendo que se acceda a páginas fraudulentas.

No obstante, ya sabes que todo cambia cada día y cada vez surgen nuevas formas de hacer Phishing.

Cómo evitar ser víctima del Phishing

Claro, viendo que pueden robarnos datos, lo que viene ahora es la pregunta del millón: ¿cómo evitar que nos hagan Phishing?

Pues aquí unos consejos:

Cuidado con las comunicaciones que recibes. Especialmente las que aseguran ser una entidad bancaria o un organismo oficial como Hacienda, Correos u otros. Recuerda que estos siempre se identifican con su página oficial y no con ninguna que lo parezca. Ten claro quien te escribe. No abras ni contestes emails, mensajes o llamadas de alguien que no sabes quién es. Cada organización o empresa, si es real, se identificará claramente y sin rodeos. No confíes en mensajes o emails que tengan errores ortográficos o gramaticales. Los profesionales siempre se dirigen a ti, ya sea escrito o hablado, de manera correcta. No confíes si se dirigen a ti en términos generales. Si no saben tu nombre, ¿para qué quieren tus datos? A buen entendedor… No accedas a links enviados en el correo. Si te piden acceder a una web, hazlo desde la web oficial. No des datos por correo electrónico. Nunca se piden datos personales, especialmente si estos son importantes a través del correo electrónico. Por tanto, niégate.

Cuidado con el Phishing. Ahora que ya todos sabemos lo que es, poner en práctica estos consejos nos protegerá de ser sus víctimas. Tú también puedes protegerte a ti y a los tuyos, especialmente si compartes esta información.